miércoles, 2 de mayo de 2012

Pulseras

Eran las 3 de la noche, yo estaba cubriendo mi turno pues en este hospital como en muchos otros las emergencias no paran de llegar y los pacientes no dejan de ser demasiados. Sobre todo en mi caso, un cirujano siempre esta ocupado, me sentí demasiado cansado, esa vez nos toco operar varias personas que habían sufrido un choque en la carretera, al parecer un camión se había volcado y había demasiados heridos.

No había ido nada bien, no pudimos salvar a todos, pues la mayoría estaban muy mal heridos, fue uno de los peores días de mi vida, el no poder hacer tu trabajo por culpa del destino es el peor de los sentimientos que uno puede tener, pues nosotros tenemos el poder de dar el don de una segunda oportunidad, pero esa noche y con esa familia no pudimos hacer nada mas observar como la muerte fría y desconsiderada se llevaba inocentes vidas que lo único que habían hecho mal era elegir un mal tiempo para regresar a su hogar.

Yo estaba tan cansado que lo único que quería hacer era tratar de descansar un poco en los catres que hay en el 1° piso, así que decidí usar el elevador, pues yo estaba en el 4° piso. Pare el elevador y en este había una señora que iba al sótano, con una ropa un poco desgarrada, mi pensamiento inmediato fue que ella era un familiar de las personas del choque e iba a la morgue para reconocer un cuerpo, aunque sus facciones no eran nada expresivas, lo que me extraño un poco, no le tome demasiada importancia

El elevador se detuvo en el 2° piso y la puerta se abrió, entonces vi algo que me dejó atónito, la persona que había parado el elevador fue uno de mis pacientes perdidos en el quirófano, una niñita de no mas de 6 años que se murió por colapso de la caja torácica, algo que me dejó paralizado del miedo, mi temor fue demasiado, pues yo mismo vi como se llevaban a esa chiquilla a la morgue, después de haberla declarado completamente muerta, sin embargo no dije nada, pensé que era el sueño que me estaba jugando una mala pasada.

Volteé a ver la señora que seguía a mi lado, esta no se inmutó, lo que me hizo pensar que tal vez ella no la había visto, sin embargo mi curiosidad superó al miedo de hacer algún ruido por temor a que la niña volteara y me reprochara el no haberla salvado.

-Señora acaso no ve a esa niña que esta enfrente de nosotros- le dije con una voz titubeante-Pero claro, ¿hay algo malo en ella?- me dijo mientras la pequeña no volteaba, al parecer no escuchaba nuestra conversación -Pues no me gustaría alarmarla, pero ¿ve esa pulsera roja que lleva?, pues esa pulsera la llevan los muertos cuando están en la morgue, es como su identificación, llevan nombre y también la hora de muerte.- pero ella sonriendo me volteo a ver, y me dijo cambiando a un feliz tono de voz -Ah ¿Acaso se refiere a esto?- Entonces no pude mas que soltar un grito antes de quedar desmayado, ¡Tenia una pulsera roja!

No hay comentarios:

Publicar un comentario